Mercado laboral bajo presión: desempleo nacional salta hasta 8,8%, su quinta alza consecutiva
Este resultado para el trimestre enero-marzo respondió a un alza de la fuerza de trabajo (3,5%) mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,4%).
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El mercado laboral amenaza con convertirse en un foco de tensión en el invierno que se avecina. En medio de las bajas temperaturas con que termina la semana, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE) informó que la tasa de desocupación subió un punto en el último año para ubicarse en 8,8% en el trimestre móvil enero-marzo pasado, lo que significó el quinto incremento anual luego de las continuas disminuciones observadas desde la primera parte de 2021.
Este resultado derivó de un alza de la fuerza de trabajo (3,5%) mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,4%).
Como contraparte, las personas desocupadas se expandieron 16,9%, incididas por quienes se encontraban cesantes (20,3%). Estos se ubicaron en 789.064, una cifra no vista desde el tercer trimestre de 2021.
O sea, hay más personas con interés por trabajar y no necesariamente lo ha logrado. Las tasas de participación y de ocupación continuaron aumentando, aunque a un menor ritmo, y se situaron en 61,0% y 55,7%, lo que equivale a crecimientos de 1,5 pp. y 0,8 pp., respectivamente.
Decidor también, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 2,8%.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,5%, aumentando 0,8 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,1% y 46,3%, avanzando 1,9 pp. y 1,4 pp., en cada caso.
En el caso de los hombres, el desempleo subió 1,1 puntos porcentuales hasta 8,3%, mientras que sus niveles de participación y ocupación se ubicaron en 71,4% y 65,4%, lo que es 1,1 pp. y 0,1 pp. más alto que hace un año.
“El alza en desocupación por quinto mes consecutivo es significativa y se debe a que hay más gente que está volviendo y el mercado no es capaz de darle una ocupación a los que están regresando, eso explica el aumento, aumentan los desocupados en mujeres y hombres en mayor proporción que los ocupados”, explicó el subdirector técnico del INE, Leonardo González.
Los ojos en el sector público
El incremento de las personas ocupadas fue incidido tanto por las mujeres (4%) como por los hombres (1,2%) y de nuevo fue gravitante el impulso del sector público.
De ahí que González volvió a explicar este concepto difiere de lo que ve el Ministerio de Hacienda, pues la Encuesta Nacional de Empleo contempla una definición de empleo en el sector público más amplia que los registros administrativos. Por ejemplo, incluye municipios y abarca las dimensiones de enseñanza y salud, transportes y minería.
De hecho, entre los sectores que más generaron puestos de trabajo fueron actividades de salud (8,5%) y y enseñanza (3,9%). A estos sumó agricultura y pesca (5,2%).
En el otro extremo, los principales descensos fueron construcción (-5,5%) y hogares como empleadores (-4,9%).
Por categoría ocupacional, se observó que las personas asalariadas formales (1,9%) aumentaron menos que las trabajadoras por cuenta propia (3,7%) y las asalariadas informales (4%).
En este escenario, la tasa de ocupación informal se ubicó en 27,4%, lo que implicó apenas 0,1 pp. más que hace un año. Las personas ocupadas informales crecieron 3,1%, incididas solo por las mujeres (9,1%), ya que los hombres disminuyeron 1,4%.
Con respecto al punto más bajo observado en 2020 (trimestre móvil mayo-julio), se constató un avance acumulado de 1.840.409 personas ocupadas a nivel nacional con ajuste estacional, lo que representa una recuperación de 99,3% de las ocupaciones que se perdieron en el peor momento de la pandemia.
Horas de trabajo al alza
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 2,3%, en tanto que el promedio de horas trabajadas llegó a 36,7 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial, es decir, aquella que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos -en simple, quienes podrían volver pronto a emplearse- alcanzó a 16,7%, 1,0 pp. más alta en el período.
En los hombres se situó en 14,5% y en las mujeres, en 19,4%, o sea, una brecha de género no menor de 4,9 puntos porcentuales.
El norte y la capital con peores cifras
En la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 10,1%, lo que implica un avance de 1,4 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (3,1%) fue mayor al incremento de las personas ocupadas (1,5%).
Las personas desocupadas crecieron 20,3%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes.
Se trata del nivel más alto del país, seguido por el 9,5% de desempleo en Antofagasta y el 9,2% de Ñuble.
En el norte se ven otras cifras altas: el 8,9% en Atacama y 8,8% en Arica y Coquimbo.
En Valparaíso, también bajo presión, la desocupación llegó a 8,3%.
La menor tasa de desempleo se da en Los Lagos y Magallanes, con una tasa de 4,2%.